MODUS OPERANDI
Equipo Básico: Como siempre mi Pentax Optio 50L de cada dia.
Trípode: A pulso como un campeón.
Descripción detallada del proceso: Ya he contado alguna vez, como cuando eramos pequeños soliamos viajar por carretera en un seat 850 mis padres, mis dos hermanas, mi abuela, unos cojines convenientemente vestidos con ganchillo que daban un calor importante y yo mismo. Cuatro personas atras en un coche diminuto que se calentaba en las subidas porque el motor iba en su parte trasera y con el que según mi madre que era la conductora terminabamos llegando siempre muy bien pues habíamos hecho todo el camino entre 80 y 90 kms/hora. Total 6 horas de nada. Lo único bueno de aquellos viajes era cuando llegabas al puerto de Miravete y veias desde lo alto el rio Tajo. El puerto es sinuoso y tiene unas curvas que se las trae pero así eran antes los viajes. Así que ésta vez y como quien estaba al mando era yo, decidí que el viaje lo ibamos a hacer a la antigua, pasando por el puerto y viendo el Tajo, recorriendo sus curvas y encontrando los bares de carretera que yo recordaba hacer parada en ellos, cerrados y abandonados, lógico, ya no pasa nadie por allí, fue una visión casi tenebrosa contemplar el derrumbe de aquellos espacios. La carretera agrietada, la ausencia de camiones y trafico en general le daban a todo aquello un aire casi tétrico y fantasmal, mortecino muy diferente a cuando te jugabas el tipo en los adelantamientos a camiones que iban en procesion uno tras otro subiendo o bajando el puerto. No encontramos a nadie en todo el camino, a nadie. Cruzamos el puerto en la mayor de las soledades, deteniendonos cada poco a beber agua de las fuentes y a contemplar el paisaje en una extraña y plácida soledad.
Que raro se hace viajar asi, cuando aun sigue vivo en nuestros recuerdos los 850D especial de nuestros padres...gracias por hacerme recordar.
ResponderEliminarbesos
¡Qué recuerdos!... mis padres también tenían un 850 y nos tirábamos 12 y 14 horas de viaje para llegar a nuestro destino... también con cojines de ganchillo jajaja. ¡Qué bueno! ¿Sabes? Yo también tengo intenciones de volver a recorrer los mismos lugares por los que pasábamos antes pero a veces también pienso que es mejor mantener los recuerdos donde están, en la memoria. La foto desde luego es chulísima ;-). Besos.
ResponderEliminarY... viajemos o quedemos, nuestros recuerdos siempre nos acompañaran.
ResponderEliminarMe gusta la foto!
Saludos!
...a pesar de lo tétrico que viste, te diré que has sabido captar una bella imagen que con ese efecto particular tuyo le aporta una gran belleza y un cierto romanticismo...y es que, de lo que se trata es de hacer algo bello de lo que ya no lo es tanto...tu, lo has sabido conseguir...gracias por esta foto...un abrazo...
ResponderEliminarRipley yo que voy cada 15 días a mi pueblo (Guareña) lo he comentado muchas veces con mi mujer, a ver si vamos un día con tiempo y pasamos por el puerto, lo cual tengo muchísimas ganas, pero siempre vas con el tiempo pegado. Recuerdo las dos curvas tan pronunciadas que había, en la fuente que siempre parábamos a comer, ya que con los viajes tan largos que eran, había que hacer un paradita, yo lo he hecho con un dos caballos y con el renault ondine, fíjate. Y como dices, como te cogieran unos camiones, ajo y agua, porque adelantarlos era una odisea y una temeridad con aquellos coches. Joder que recuerdos, pero ya te digo en cuanto pueda hago el recorrido, parando y contemplando todo.
ResponderEliminarUn saludo
Uffff ... leyendo tus palabras y viendo tu imagen me invade la nostalgia. Me resulta tan familiar ...
ResponderEliminarUn abrazo!!
¡¡Pues mi padre tenía un 600!! Y todavía recuerdo como en 1.976 nos metimos entre pecho y espalda la distancia que hay entre Béjar y Barcelona, unos 800 km., y la previsión era hacerlo en tres etapas, Béjar-Madrid, Madrid-Zaragoza y Zaragoza-Barcelona pero en la primera surgió un problema de dirección y hubo que parar en El Escorial y esperar a que lo arreglaran. Una odisea vamos, por aquellas carreteras del diablo, con las roderas inmensas en la N-II y con una sorpresa inesperada casi al final al encontrar los primeros 180 km. de la autopista A-2 desde Fraga a Zaragoza, inaugurada solo un día antes, que costaba ¡¡180 pesetas!! a peseta el kilómetro.
ResponderEliminarEn fin, que me voy por las ramas. Me encanta el procesado de la foto que ha potenciado más la sensación de estar casi en un lugar perdido. Por aquí ya hace 14 años que el viejo Puerto de Vallejera quedó para los nostálgicos y aunque algo de tráfico sí tiene lo cierto es que no a perdido el encanto de aquellos viajes por carretera.
Un abrazo.
Yo también he disfrutado de un 850!! Y nos íbamos en verano desde Donosti a Valencia del tirón, por carreteras como las que relatas y vigilando la aguja de la temperatura del agua, a menudo tocaba una paradita antes de coronar el puerto de montaña... Y lo recuerdo con cariño... Eso sí, mi padre era previsor y llevaba siempre una bomba de la gasolina de repuesto, que alguna hubo que cambiar en el trayecto.
ResponderEliminarMe gusta la luz que has cogido en la foto, estos días de primavera con nubes son estupendos para resaltar los paisajes.
Saludos,
Lo que son las cosas, como cambia todo en esta vida, y como bien dices, tampoco hace tanto de eso. Bueno ganamos en rapidez y en tiempo, pero perdemos la perspectiva de disfrutar del panorama, del viaje en sí, parece que ya solo cuenta el llegar ... Me gusta ese procesado muy apropiado para el recuerdo de tiempos pasados.
ResponderEliminarun abrazo
Mi padre tenía un 1500 bifaro y los viajes eran algo más cómodos.
ResponderEliminarPero yo he pasado ese puerto hace muchos años y tengo una anécdota inolvidable. Serían sobre las tres de la tarde y había un pastor guisando en medio del campo. ¡Estaba haciendo migas! Me paré y me invitó a comer con él. Recuerdo que le di 100 pesetas y tuvimos una charla maravillosa.
¡Qué tiempos!
La foto me encanta, Ripley. Le has dado un procesado increíble.
Un abrazo.
Muy bonnita foto, Ripley. y menos mal que pasabas por ahí en el momento justo para coger estas nubes tan fotogénicas, i que parecen llevar mucha lluvia. Además el Tajo verde.
ResponderEliminarCurioso, Amigo.
Atractiva la foto y bello el texto que la acompaña.
ResponderEliminar¿Por qué los lugares abandonados tendrán ese poder de seducción y esa paz que casi pesa en el ambiente?
Un abrazo, Ripley
Me encanta la foto, muy buenos colores, ya me gustaría visitar el lugar, saludos desde Menorca
ResponderEliminarBueno...la fotaza de lujo Ripley
ResponderEliminarEl texto...de campeón...y me ha recordado a algún viaje que otro, por otro puerto, el de pajares...en un renault 7 jajajajaja, que se acabó quemando de tanto viaje.Que tiemposssss.
Un abrazote inmenso
¿Tambien hiciste el recorrido en el mismo 850?
ResponderEliminarMi padre no tuvo coche hasta ser yo muy mayor. Mi primer coche fue un 127. Con él me iba hasta Santander y a San Sebastian... Ahora lo pienso y me pregunto como podia estar tan loco...
esta foto es como de cuento y me encanta!!
ResponderEliminarte dejo un abrazo,
La verdad es que ahora recordamos esos viajes con cariño pero hay que jod.... lo mal que lo pasabamos entonces y las peleas que teniamos siempre por pillar ventanilla..en mi caso era un Sinca 1000 lo que teniamos en casa pero da igual lo de menos era el coche en aquella epoca se llevaban poco..
ResponderEliminarsalu2
Coincido contigo 100% Ripley. Donde quedarán esos viajes que para ir a un pueblo de Badajoz echabas 7 horas. Los mareos pertinentes en el puerto del que hablas. Ahora es todo autopista. Muy moderno y rápido, pero sin ningún encanto. Un abrazo.
ResponderEliminarY sin embargo, Ripley, tú has sabido despojar ese paisaje de todo lo tétrico y has conseguido hacernos desear conocerlo, y recordar nuestras viejas batallas...
ResponderEliminarun procesado precioso, ya te lo he dicho otras veces...
un abrazo
Preciosa historia y preciosa fotografía. Lástima los cables!!! Es que no los soporto. Un abrazo,
ResponderEliminarHola Ripley, Es que los tiempos adelantan que es una barbaridad.
ResponderEliminarPero para hacer un viaje de disfrute mucho mejor así, ¡donde va a parar!
Un abrazo
el lio de Abi
Si señor si, nosotros tambien teniamos un 600 de color gris, matricula OR-11171 (no la olvidaré en la vida...) y cuando ibamos a Vigo eramos mis padres, mis dos hermanos, mi abuela, la nevera, la cesta de los cacharros, los aparejos de pesca de mi padre y yo. Recuerdo que mi madre me decia (porque a veces yo iba delante con ella): "Cuando yo te diga te escondes" Claro eso era por que venian "los motoristas" jejejeje
ResponderEliminaruuffff que tiempos...
me encantan las fotos de carreteras.. y ésta te ah quedado muy pictorica.
ResponderEliminarsaludos
He visto unas cuantas veces la foto y está llena de añoranzas. Recuerdo muy bien esa carretera y esas curvas, como las de tantas carreteras en este país. Era incómodo pero cada viaje tenía aire de epopeya, el tiempo se medía de otra forma. No he vuelto a pasar por ella desde que hicieron los túneles. La foto tiene los colores de las fotos en color de los 70. Me gusta mucho
ResponderEliminarLa inmensidad punzante del agua verdad?
ResponderEliminarSaludos y un abrazo enorme.
Todos tenemos en un rincón de nuestra memoria aquellos viajes de nuestra infancia. Diferentes coches, diferentes provincias, pero en esencia los mimos viajes. Horas de carretera, curvas, algún que otro mareo. Y bellos paisajes deslizándose por la ventanilla. Momentos únicos que no desaparecen. Otros tiempos...
ResponderEliminarCuantas cosas han cambiado desde nuestra infancia...
Como las cartas, cuando se escribían a mano y hacía tantísima ilusión recibirlas. Mirar el buzón cada día, abrir el sobre con mucho cuidado, retrasar el momento de leerlas para prolongar la emoción. Otros tiempos...
¿Todavía alguien escribirá cartas a mano? Tiene que ser bonito recibir una. Muy bonito...
La curva se las trae porque en situaciones de poca luz, real o inducida, puede confundirse el río con la calzada y la tenemos armada.
ResponderEliminarVengo aconsejado por una amiga común y veo por aquí varias caras conocidas.
Buen fin de semana.