"Parece que el tiempo duraba más y que los kilómetros eran mucho más largos. Poca gente tenía coche, y el que no quería pasar la noche entera en el tren tomaba aquel autobús al que llamábamos la Pava, que tardaba siete horas de viaje, primero por las vueltas y revueltas de la carretera hacia el norte de nuestra provincia y los desfiladeros y los túneles de Despeñaperros, que eran como el ingreso en otro mundo, la frontera última del nuestro, que se quedaba atrás en los últimos paisajes ondulados de olivos; y después por los llanos eternos de La Mancha, tan monótonos que el sueño solía unirse entonces al cansancio y prevalecer sobrel el mal cuerpo y se quedaba uno dormido, y con un poco de suerte volvía a abrir los ojos cuando el autobús ya estaba muy cerca de las luces de Madrid ¡La emoción de la capital, vista desde lejos, los tejados rojizos y sobre ellos los edificios altos que nos impresionaban, la Telefónica, el edificio España, la Torre de Madrid! ... "Preferíamos la emoción de la otra llegada, la lenta proximidad de nuestra tierra, los signos que nos anunciaban, no ya los indicadores kilométricos en la carretera, sino ciertos indicios familiares, una venta en medio del campo, el color rojillo de la tierra en las orillas del rio Gudalimar, y luego las primeras casas, las luces aisladas en las esquinas, cuando llegábamos de noche, la sensación de haber llegado ya y la impaciencia de no haber llegado todavia, la dulzura de todos los dias que aún nos quedaban por delante, las vacaciones ya empezadas y sin embargo todavía intactas.
Fragmento de "Sefarad". Antonio Muñóz Molina. Pág 15 y 16.
Desde luego te arriesgas tu mucho a pesar del vértigo.
ResponderEliminarSiempre me pregunto como hemos sido capaces en un país como el nuestro, que solo es llano en las dos mesetas y no del todo, como hemos conseguido hacer y mantener tanta infraestructura de comunicación.
La carretera y el ferrocarril parece que son tragados por la tierra en la parte baja.
Un abrazo.
Sin duda Antonio Muñoz-Molina es un narrador expléndido, este texto suyo que has escrito es una buena muestra de ello. No he leído Seferad... parece un libro de recuerdos y de viajes...
ResponderEliminarTambién tu foto me gusta mucho, se vé una perspectiva del desfiladero muy llamativa con la roca en un primer término y la carretera al fondo.
Saludos,
Pero, ¿cómo osas asomarte a semejante precipicio, Ripley?
ResponderEliminarCasi me está invitando a tirarme a mi.
Sin embargo, mereció la pena, porque la fotografía es muy bonita.
¡La de veces que habré pasado por ahí!
Un abrazo.
Impresionante imagen, Ripley
ResponderEliminarBs.
Magnifica y entretenida narración de Muñoz Molina.
ResponderEliminarMagnifica foto, perfecta combinación ambas.
La foto muestra lo que es un puerto famoso en la geografía de este país como el de Pajares en esta tierra, sonre todo en estos días de nieve.
Para los que no estamos acostumbrados a las alturas, tomar una fotografía como ésta, es mucho más que capturar una imagen. Es abstraerse del mundo un instante, y disfrutar del cóctel de sentimientos-pensamientos que nos invaden, que solo viviéndolo se puede entender.
ResponderEliminarMe gustó tanto la imagen en grande, que casi pude sentir el viento en la cara desde tu posición.
Felicidades por la toma.
menuda carreterita que nos muestras...nosotros tambien la recorrimos alguna vez.....
ResponderEliminarYo no podria asomarme...
Besos
Menuda altura amigo Ripley, unas vistas impresionantes, con una buena introducción literaria por tu parte, una excelente entrada Ripley, un abrazo
ResponderEliminarBuena imagen desde las alturas. Molina habla de la emoción de viajar a la gran ciudad y de la alegría de volver a la tierra de uno.Eran otros años y las cosas se veían un poco distintas, como Despeñaperros que ya no es un punto y aparte aunque sigue estando ahí.
ResponderEliminarSaludos.
Una vez lo pasé nevando, a punto de que lo cortarán, y me adelantó un camión enorme... muy buen ercuerdo no tengo jajaja
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Pobrecitos!
ResponderEliminarPero niño, ¿como te has subido ahí?. Impresiona la toma, joé
ResponderEliminarPuff! No te veo arrimándote al borde Rip ;-) Se ve grandiosa
ResponderEliminarSencillamente espectacular
ResponderEliminarUn abrazo
Madre mía, si q arriesgas para hacer las fotos!!!
ResponderEliminarPero está preciosa
Las veces que he pasado por despeñaperros y que vertigo, no sé como te paraste para hacer la foto, a mi me habrían temblado las piernas, bueno pero te ha quedado muy bien.
ResponderEliminarAbrazos
Impresionante e impactante toma. Me encanta. Saludos
ResponderEliminarRamón