Cambio de Guardia II

Después del relevo de la tropa de a pié llegó el turno de los de a caballo, y menudos caballos amigos; preciosos, cuidadísimos, unos animales formidables, conocedores de su oficio y seguramente orgullosos por ser el centro de tanta foto y atención. Y hablando de fotos, ésta vez el recorte no es mio, salió así de la cámara. Lo que no pude dejar de pensar fué en el calor que tenían que soportar los soldados, ahí quietos al sol de mayo que a esas horas caía de plano.
Soy del reemplazo de julio del 84 y uno de mis no recuerdos de la mili fué una lipotimia que me dejó fuera de servicio por un buen rato.
El dia de la jura de Bandera, con el uniforme de bonito y los guantes que a duras penas te dejaban sujetar el cetme sin que se te escurriera, salgo con el gesto torcido en la foto oficial pero creo que más que por el calor fué por el pequeño banderín que me tocó besar en lugar de hacerlo a una Bandera grande como era mi ilusión, por cierto en aquella foto aparezco con pelo, una hermosa mata de pelo negro. Para los amantes de las curiosidades y cosas raras deciros que durante el viaje al cuartel de la jura fuimos cantando algo como esto "Vamos a Getafe, que calor que hace, vamos a desfilar delante el general, guantecitos blancos, clavando tacón, llevando el braceo somos lo mejor..."
Tres veces en quince meses fuí a pegar tiros a la base estadounidense de Torrejón de Ardoz, con munición del año de la pera y salí una vez de escolta del general, un general que estaba amenazado por el terrorismo. El dia de nochevieja de 1984 lo pasé en la garita bebiendo sidra y tomándo las uvas en mi turno de guardia, -de once a una de la madrugada-. Hale, fin del capítulo.