Todo lo que ves es propiedad de su autor. Si te reconocieras en alguna foto y prefieres no salir en el blog, envía un correo a: fotosderipley@gmail.com y eliminaré dicha entrada.

miércoles, 18 de enero de 2012

¿Dónde va la gente?


Pues dónde va Vicente, claro, ahora que Vicente levante la manita para comprobar la veracidad de tal afirmación porque de lo contrario estamos todos metidos en un lio. Salvo que valga pulpo como animal de compañia o un titiritero montado en un monociclo haciendo malabares.

Yo que estaba en una terraza tomando un descafeinado de sobre, ya saben que a mí el café ni fú ni fá, es más, me estoy acostumbrando a tomar té con limón con mucha azucar, tanta que a veces pido azucar acompañada de un té.

A lo que voy, que cuando un par o tres de semejantes se juntan a mirar algo, enseguida otro par o tres hacen lo mismo hasta que el par o tres se convierte en treinta y no pregunten por qué porque no tengo una razón plausible a tal comportamiento. Excepto que seamos todos idiotas, todos curiosos o tener la excusa perfecta "ir con niños", que también puede ser. En fin ahí lo dejo ya me contarán sus teorías.

10 comentarios:

  1. A veces tenemos un parecido asombroso con las ovejas, donde va una la siguen las otras. Interesante tenía que ser lo que estaban mirando, no pierden detalle. Una buena fotografía urbana amigo Adolfo, recibe un cariñoso abrazo

    ResponderEliminar
  2. Yo tenía entendido que era al revés. O sea, que Vicente va donde va la gente. Claro que, si alguien tan docto como tu lo dice, será por algo.

    Tienes razón, Ripley. Con sólo hacer un sencillo ejercicio, se puede comprobar que algo falla en nuestro intelecto. Ponte en cualquier sitio mirando hacia el cielo y con el índice apuntando hacia allí. En pocos minutos tendrás un corrillo mirando hacia arriba también.

    ¿Por qué sucede esto?

    ¡Ah! Doctores tiene la Iglesia.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Hola Ripley, cotillas que somos, jajajajaja.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. hay un cuento de ray bradbury que se llama la multitud, creo, que habla de la gente que se junta alrededor de un accidentado...

    ResponderEliminar
  5. Hasta yo desde aquí estoy mirando. ¡Y mira que estoy lejos!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Curiosos que somos, digo yo. Pero el que este libre de pecado...ya sabes aunque yo lo de las multitudes lo llevo francamente mal.
    Besos y gracias por el comentario esa ventana está fatal!!
    A ver si hago algo y amortiguo ese hueco espantoso!

    ResponderEliminar
  7. Bueno, vale, pero, al fin y al cabo... ¿qué había ahí? Mira que soy cotilla jejejeje.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Podría ser un efecto del mimetismo que todos llevamos dentro y que a veces nos sale, pero sospecho que alguna buena actuación estaban dando, sino pronto se deshace el corro de congéneres, y es que poco aguantamos la atención si no es por algo que nos sorprende, (ganas me dan de curiosear sobre las cabezas).

    Saludos,

    ResponderEliminar
  9. La curiosidad mueve masas y tú estás ahí para mostrarlas! ¿curioso no? Me gustan estas imágenes de la gente de la calle.
    Besitos Ripley!

    ResponderEliminar
  10. Muy buena la foto... sobre todo porque es un retrato perfecto de la realidad. Si alguien se para a ver algo, es tan fuerte la curiosidad de la gente que no puede evitar descubrir de que se trata y la aglomeración es segura, independientemente del atractivo, hecho, noticia o cuestión que suceda en ese momento.

    Ésto me recuerda a un pariente muy chistoso, que siempre estaba contando sobre las cosas que hacían con un amigo para llamar la atención de la gente en lugares públicos. Se sentaban en un lugar donde había gente alrededor y comenzaban a a hablar de un supuesto negocio (todo mentira).

    La cuestión es que la fórmula para lograr la aglomeración, era hablar como si nadie los escuchara sobre los supuestos éxitos de un tercero. Era bien sencillo, todo se centraba en decir los miles de euros de ingresos que estaba teniendo vendiendo esa "tontería". Poco a poco se iba arrimando gente (obviamente como si fuera por casualidad).

    Algunos se paraban como leyendo el diario, otros atándose los cordones del calzado y así. A los pocos minutos había una muchedumbre en el lugar y éstas dos personas como si nada, como si estuvieran absolutamente solos y hablando de cómo podían hacer ellos para entrar en el negocio y ganar todo ese dinero de forma inmediata porque el "tonto" del que hablaban se estaba forrando.

    Así pasaban unos minutos y siempre sobre lo mismo, "qué negocio", "¿y vendiéndo eso que lo puede vender cualquiera? y así palabras de esas que causan curiosidad, sobre todo cuando no se paran de dar cifras y que es seguro y sin inversión y bla bla bla.
    Al cabo de algunos minutos se levantaban y se iban, la gente quedaba sin saber nada y ya sin disimular empezaban a hablar entre ellos a ver quién había escuchado la parte que faltaba "¿qué había que vender? !!
    En fin, les gustaba pasárselo bien en los ratos que salían a comer. La gente siempre ha sido igual muyyyy curiosa!!!
    Perdón por lo extenso !!
    Un abrazo.

    ResponderEliminar