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lunes, 18 de junio de 2012

Pues a mí no me mires


En apenas dos metros estaban el gato y el pájaro, cada uno a lo suyo conscientes ambos de sus posibilidades. Tranquilidad absoluta, tan tranquilos estaban que me dejaron fotografiarles sin mayores dificultades que las mías propias con la luz y la memoria para recordar unos parámetros.

Hoy estuve a puntito de madrugar otra vez pero aun no he recuperado suficiente fuerza en las piernas y tengo que ir con cuidado que luego mi neuróloga me regaña y con razón, así que lo mismo monto una sesión casera con algunos trastos o me dedico al rediseño de "Háblame de tí", que espero en breve poner en marcha de nuevo. Cuando encuentre inspiración.

No me váis a creer pero ahora no soy capaz de poner una barra de aviso en el blog para cuando vaya a hacer la entrevista. Fallo mio, un error de previsión, debí copiar las dos lineas de HTML pero no lo hice y ahora ya no tie remedio. Ya veré como lo subsano.

5 comentarios:

  1. La rapidez del gato es increíble. Menos mal que no sabe volar, puesto que de hacerlo no habría pájaro vivo.
    Un abrazo

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  2. Hola Ripley, te veo en forma con las entradas. Pues no se como le iría a la urraca, de estar el gato cerca, jejejeje.
    Centrate para que no pierdas mas cosas, que un día dejarás la cabeza y no sabrás donde.

    Un abrazo

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  3. Qué chulo el nuevo diseño con las fotos en grande y sin esa barra lateral tan molesta. Mola!!

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  4. Pues sí, suerte que no vino el gato sino te quedas sin esta foto!
    No madrugues Ripley, es mentira eso de que "Dios te ayuda".
    A mí también me gusta el nuevo diseño del blog, es bueno mover las energías.
    Besos, dos

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  5. El otro día en El Retiro vi a dos urracas poniendo en vergonzosa fuga a tres gatos que rondaban un árbol. Las urracas no sólo hacían picados sobre ellos, una de ellas se dedicaba a picarles el rabo ¡en serio! ¿motivo? nido en una rama. Los gatos acabaron huyendo a toda velocidad.
    Salu2

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