La Gran Via

Empecemos por el comienzo. Hace tropecientos mil años hubo una explosión mazo de grande que dió lugar al universo, luego se formaron montón de galaxias que a su vez se llenaron de planetas y por lo menos que se sepa, en uno de ellos apareció una cosa insípida e incolora pero necesaria para el desarrollo de la vida, vamos lo que viene siendo el agua. Todo iba bien hasta que una especie sacó los pies del tiesto y evolucionó por su cuenta y a toda velocidad.

Pronto pasaron de pintar en el interior de las cuevas a exponer en el museo del Prado pero antes de eso inventaron algo que hasta entonces no se le había pasado a nadie por la cabeza: nada menos que el lenguaje hablado primero y el escrito después. Había que poner la mente a pensar así que inventaron el alfabeto, un ingenioso sistema de comunicación apto solo para iniciados, de modo que siguieron pensando y entre guerra va y guerra viene -sin duda el invento mas longevo de la humanidad entera- se les ocurrió crear escuelas...de filosofía.

Esta especie tiene como todas, sus cosas buenas y sus cosillas malas, a ver, son capaces de sentir emociones, pueden llorar, reir, experimentar placer y hasta fingirlo si hace falta. Al principio eran politeístas y lo mismo adoraban al sol que a la luna de Valencia, a los cielos ó los vientos, incluso a la feminidad, porque les supongo conocedores que antiguamente todas las sociedades del mundo eran matriarcales debido a que los machotes de entonces pensaban que el hecho de parir era un acontecimiento mágico, aún no lo habían asociado a la cópula hasta que alguien se dió cuenta de que sin ayuntamiento carnal no había barriga y sin barriga no había bebés, entonces éste iluminado concluyó no sin razón, que eran los varones quienes ponían la semillita ya saben donde y en ese preciso instante el poder pasó a los que tenían pene ya que sin ellos la procreación y perpetuación de la especie era imposible. Y aquí ya se terminó de liar.

Hasta que un eslabón perdido de la cadena de la evolución llamado Zp pergeñó una cosa llamada paridad y las mujeres dejaron de ser mujeres para ser cuota. A mí sinceramente me gusta más una mujer que una cuota pero la evolución es lo que tiene, que a veces te sale un ejemplar en mal estado. En algunos paises -un país es un trocito de tierra separado de otros por rayas en un mapa-, existe un mecanismo por el que se puede rectificar más ó menos a tiempo, se llama democracia, y básicamente consiste en que puedes echar al jefe de la manada y cambiarlo por otro que vete tú a saber como saldrá.

La especie de la que hablamos fué capaz de construir la Gran Via madrileña, circunstancia que a mí, un ejemplar evolucionado me permite hacer fotos como ésta.