Decía Albert, que el tiempo es relativo y lo explicaba de varias maneras, a mí la que más me gustaba era aquella en que contaba que 10 minutos de conversación con una bella señorita se te pasan volando mientras que ese mismo tiempo sentado encima de un horno se te hace eterno. Lo que no entiendo es quien y para qué, iba alguien a sentarse en un horno.
En realidad no se si lo contó exactamente así ó es una conclusión propia mia -que tambien puede ser- el caso es que hoy he estado en una sala de hospital llena de sillones, agujas, sangre, gente malita, enfermeras y un solo enfermero que fué el que me tocó a mí. Muy atentos y profesionales, una vez más mi agradecimiento a todos ellos.
Pues dos horas justas con una vía cogida en el brazo izquierdo. Me han sacado tropecientosmil tubos de sangre y me han metido no se que porquería que al parecer ha teñido la piel de mi cara de rojo. Yo no me enteré porque estaba leyendo en el periódico que me dejaron, lo grande que es Rafa Nadal y algo sobre una reforma de nuestra injusta Justicia.
Como es natural y antes de ver a mi neuróloga de los ojos azules me fuí a desayunar un descafeinado de sobre y ¡¡¡churros!!!...una vieja costumbre para después de los análisis que me viene de pequeño cuando mi señora madre me los prometía si me portaba bien en el médico.
Hoy les dejo una extraordinaria joya en el blog Cinéfilos y musicólogos, yo que ustedes no me la perdería.
Pues, verás:
ResponderEliminarA mi, lo del horno, no me parece un buen ejemplo, la verdad. Primero, a ver cómo te sientas en un horno, siendo que suelen estar encastrados en los muebles de la cocina, más en mi casa, que está a una altura imposible para la parte posterior según miras para abajo y segundo que yo creo que sentarse en un horno durante diez minutos no es posible. Vamos que solo duras unos segundos, saliendo escopetado y, unos segundos, pasan rápidamente.
A ver si todas esas perrerías que te están haciendo los de blanco sirven para algo bueno. Seguro que sí.
La foto me parece, sencillamente, preciosa, Ripley. Lo que no sé si me gusta es ese viñeteado superior. Me agradaría verla sin él. Pero, el resto, una gran foto.
Un abrazo.
Muy cierto lo del tiempo, por suerte o por desgracia con una cámara en la mano el tiempo pasa volando.
ResponderEliminarMe gusta mucho como se ve el edificio entre los árboles!
A mi me encanta hablar del tiempo, del cronólogico claro, el otro me trae sin cuidado, pero reconozco que hablar de uno o del otro tanto da, son dos formar de matarlo, o lo que es lo mismo, de vengarnos de él. Menos mal que existen fotos como esta tuya de hoy, menos mal que existen el azul y el rojo, y esa señal que los resume y que está ahí no para prohibir sino para darle una oportunidad al azar, y desmentir al tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo, Ripley. Y que haya más churros, con o sin análisis previos.
El tiempo, la cuarta dimensión ¿? ¡a saber! observando la fotografía el tiempo pasa rápido por más tiempo que se pase mirándola ¡me gusta!
ResponderEliminarY los análisis que sean perfectos.
Salu2
Has dado en el clavo en la composición y en no pasarla esta vez a B/N, queda genial en color.
ResponderEliminarVeo que sigues con tus paseos hospitalarios, espero que todo vaya bien.
Un abrazo.
Hola Ripley, las costumbres que se aprenden bien de pequeños no se olvidan nunca y las buenas ni te cuento, jajajajaja.
ResponderEliminarMe gusta la foto.
Un abrazo
Hola Ripley
ResponderEliminarSabes? Yo me he sentado en muchas partes, pero nunca se me hubiera ocurrido en un horno; igual no probaré.
Me gusta muchísimo esta imagen, siento ganas de mudarme al tercer piso (ahí adonde está la ventana cerrada) porque debe ser hermoso despertar y verse rodeado de árboles, todo verde, pájaros (y la gente bien lejoss)
Te mando un beso, dos.
Ripley, nunca te lo he preguntado...¿por qué Ripley y no otro nombre?
ResponderEliminarPreciosa fotografía.
Recuerdo esa misma cita mientras estaba en el instituto y es que había clases que era como estar sentado encima de un horno. Ánimo con todas esas pruebas por las que estas pasando.
ResponderEliminarLa foto es una maravilla, el encuadre entre los árboles de la fachada de la casa con esa mujer como referncia.
Saludos,
A veces, el tiempo de espera en los hospitales también se hace largo. Espero que los resultados de las pruebas de hoy sean favorables. Ya nos contarás.
ResponderEliminarMe gusta la foto de hoy, con tantos árboles. Me transmite positivismo y buenas vibraciones.
Besos!
¡unos churros!! quien pudiera.. pero es lo malo de vivir en la afueras de una ciudad, que como no te lo hagas tu...
ResponderEliminarun abrazo
Qué vistas tan verdes deben tener desde ese edificio.
ResponderEliminarYo con mis limitaciones no alcanzo a comprender casi nada de los conocimientos del tío Albert, pero no me cabe duda de que debió ser un cachondo mental de cuidao.
Un saludo con churros ;)