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martes, 24 de julio de 2012

El ascensor


Les presento al escalofriante elevador del Reina Sofia, el ascensor al que la señora o señorita de información me negó el acceso para hacer fotos desde todo lo alto. Por una parte mejor, ¿que iba a hacer yo ahí arriba con el vértigo que tengo aparte de marearme? Ya subí hace muchos años con mi hija de cuatro años, mientras yo aun lo recuerdo como un tiempo eterno e infinitamente largo ella lo pasaba estupendamente bien subiendo y bajando y vuelta a empezar. ¿Otra vez papi?

Además y volviendo al tema que nos ocupa, había demasiados impedimentos en forma de cristales superpuestos y otros elementos metálicos, y luego está la suerte o no de subir en solitario.

Así las cosas y como cada uno se contenta con lo que quiere yo lo hice disparando desde abajo a la gente que lo usaba. Pobres inconscientes después de pagar 6 € -o lo que es lo mismo ¡1000 pesetas oigan!- 1000 por persona digo, para ver unas cuantas chifladuras. A mí eso que llaman "arte moderno" y que consiste básicamente en exponer tazas de wc pintadas de colorines o coches estrellados no me acaba de convencer, pero qué les puedo decir hay mucha gente que después de la visita sale encantada con la experiencia. Y luego el raro soy yo.

Apertura: f/14. Tiempo de exposición: 1/60. Velocidad ISO: 100. Distancia focal: 55mm.

5 comentarios:

  1. Hola Ripley, debe de ser porque después de pagar esos 6€ cualquiera dice que no le ha gustado, jajajaja.

    Un abrazo

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  2. A veces desde abajo todo se ve diferente.
    Sea como fuere, quizás la imagen que presentas no la hubieras podido realizar mientras que las otras siempre estarán ahí.
    Un abrazo

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  3. ¿Ya vale 1000 pelas subir dos pisos en un ascensor de cristal? Pues vaya timo.
    Hay muy buenas cosas en el Reina Sofía pero también hay otras que definió en voz alta muy bien mi hija hace unos años: "Papá, ¿por qué hay unas cajoneras tiradas en el suelo?". Todavía no he dejado de reírme sobre todo cuando me acuerdo del careto que se le quedó a un diletante con boina que estaba explicando a una chica sobre los volúmenes y la composición y lo que quería expresar el artista con esa composición (que, en verdad, eran unas cajoneras pintadas de blanco de diferentes tamaños colocadas en el suelo)
    Salu2

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  4. Eres un maestro en el arte de convertir los impedimentos en ventajas, capacidad adaptativa también se le llama. Y para rarezas, la nuestra tampoco es manca: esto de andar por ahí haciendo fotos por todas partes a mí cada día me parece más estrafalario, que quieres que te diga...serán cosas del verano y los calores.
    Un abrazo.

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  5. En esta sociedad hay dos tipos de raros: Los que suben y pasan y ven, y los que pasan de subir y ver. Unos por otros se ven raros entre ellos; cuando, entre ellos raro, raro no es ninguno. Si en vez de barruntar uno comparte impresiones y las asimila se dará cuenta que raros son los que ni siquiera se acercan hasta sus puertas. Lo raro es no ir siquiera, aunque no se entre o no se quiera o no se pueda o no ande con ganas. Lo raro es no ir...como yo.
    Saludos.

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