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jueves, 26 de julio de 2012

Sobre gustos no hay nada escrito


A Ripley le rechiflan las coletas que dejan al descubierto las nucas, los hombros y las espaldas, además una coleta en sí misma puede resultar terriblemente atractiva, pero volviendo al tema que nos ocupa, en realidad no hay ninguna parte del cuerpo femenino que no le rechifle aunque no todas estén a su alcance. That´s the problem.

Cuando llego a Atocha lo primero que hago es mirar cuanto falta para que venga el autobús y si hay tiempo me siento en alguno de los bancos y observo. Minuciosamente. Lo primero que se ve son ancianos que no se que pintan ahí pero siempre hay muchos, luego gente de paso con sus maletas de aquí para allá y personas esperando sentadas.

Y esto es lo importante, las personas se dividen fundamentalmente por su sexo, masculino sin ningun interés y femenino con todo el interés. Así que Ripley se sentó cuidadosamente a poca distancia, hizo los preparativos de rigor y después click en el obturador de su cámara con la esperanza de que la foto saliera bien. Nada nuevo bajo el sol, pero es que ésta le gustaba especialmente.

Apertura: f/5.6. Tiempo de exposición: 1/40. Velocidad ISO: 100. Distancia focal: 42mm.

2 comentarios:

  1. Hola Ripley, los ancianos van a estos lugares porque les sirve de distracción, curioseando quien va y quien viene, si los autobuses o trenes llegan y salen a su hora si va y viene mucha gente, etc, etc.
    Las coletas son tremendamente sexys.

    Un abrazo

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  2. Un abuelo que se precie, o léase jubilado tiene dos destinos predilectos y uno impuesto. Terminales de bus, tren, incluso según sea el caso aeropuertos y bancos en los múltiples parques. El impuesto, las obras ajenas, donde mirar a cierta distancia y ver lo ml que trabajan suele ser motivo de chascarrillo de los que están fuera.
    En cuanto a las nucas, hay si estas hablaran...
    Un abrazo

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