Entre marquesinas anda el juego

Foto con trampa. En realidad llegué a las marquesinas, dos de las que aún sobreviven a las nuevas y horripilantes con que el ayuntamiento de Madrid está despilfarrando el dinero que no tenemos, poniendo parada sí, parada no, unas que ni se ven, porque son transparentes cajas de cerillas sin bordes, cuadradas y todas de cristal, que sólo sirven para despistar y afear la ciudad hasta llorar, en fin que allí había dos jóvenas -como decía aquella mujer casada con un presidente del gobierno de España- y yo que ya me sabía la respuesta pregunté con la cara de los domingos -Los Sencillos, dixit-. aunque era laborable.

-¿Sabéis si el "10" para aquí? a lo que respondieron al unísono y como un resorte:

- Sí, y una de ellas además en un alarde de simpatía o quien sabe si algo más, hasta levantó la cabeza de su "esmartfón", la que estaba justo al lado del cartelito del "10" y que yo debería haber visto antes de preguntar nada. Pero es que Ripley siempre fue muy despistado y preguntón.

- Sí que pasa, se acaba de marchar uno. 

¡Ah pues que bien! a quién se le ocurre salir en día de huelga encubierta y con la que estaba diluviando en esos momentos. En fin como las féminas no mostraron mayor interés por mí, me entretuve en fotografiarlas...disimulando claro, y en una de tantas maniobras de distracción me salió ésta foto.

Deberes para hoy en Cinéfilos y musicólogos salen Fred Astaire y Ginger Rogers. Ya se que todos estáis muy ocupaos y tal pero me gustaría que lo vierais, a mí me rechiflan estos dos. Todavía faltaban treinta años para que mis futuros progenitores encargaran su primera criatura. Yo.